CLARÍN MUNICIPAL: Puerto Boyacá, es un medio digital, cuya misión estará encaminada a defender la dignidad de las gentes de este municipio y se constituirá en un MOTOR DE DESARROLLO de esta zona, tendiente a reclamar el reconocimiento y el respeto debido para honrar los inmensos esfuerzos y sacrificios que el PUEBLO ha aportado para mantener vigente este territorio, en medio del dolor, el abandono y las luchas para que la sociedad no desapaciera del mapa.
miércoles, 27 de agosto de 2014
CLARÍN MUNICIPAL: Puerto Boyacá: JUECES DE PAPEL
CLARÍN MUNICIPAL: Puerto Boyacá: JUECES DE PAPEL: Puerto Boyacá es una víctima, no un victimario Por: Hernán Orlando Barrios Montes Aquí en esta esquina del FAMOSO CAF...
JUECES DE PAPEL
Puerto Boyacá es una
víctima, no un victimario
Por: Hernán Orlando Barrios
Montes
Aquí en esta esquina del FAMOSO CAFÉ POPULAR, nació Puerto Boyacá, en lo que se llamó Rancho É Paja. |
Las gentes pueden recibir de buen agrado, aceptar y aplaudir el
gesto de la Comisión Primera del Senado de trasladarse hasta Puerto Boyacá para
informar de primera mano a los habitantes de este municipio y a los moradores
de la región, lo atinente a la importancia y al proceso que estuvo cursando en
el Congreso de la Ley de Victimas; esa decisión es admirable y cuenta con la
aceptabilidad mayoritaria de la población nuestra, sencillamente porque se está
cumpliendo con la Carta Política de Colombia y con las leyes nuestras, que
ordenan expresamente al Estado “facilitar la participación de todos en las
decisiones que los afecta”. Art. 2 de la Constitución.
Lo que no concuerda, y no se puede aceptar
insensiblemente, es el juicio soterrado cuando de manera velada una de las
personalidades censuró a Puerto Boyacá, al afirmar que se había escogido este
lugar “por ser un escenario de la violencia en Colombia”; más adelante dos
representantes de nuestro Estado Social de Derecho, respectivamente, sin
el más mínimo asomo de rubor el uno aseveró, que “en Puerto Boyacá se había
fraguado la muerte de grandes figuras de la vida nacional” y la más terrible
sindicación apunta a que Puerto Boyacá, dijo el otro “es una escuela de matones”; las
anteriores calificaciones se pudieran pasar de agache si este territorio fuera
extraterrestre, el cual no tuviera nada que ver con Colombia, donde los
derechos de los nacionales han sido violentados desde la llegada de los
conquistadores españoles a nuestro suelo; las anteriores imputaciones se
pudieran soslayar si no tuvieran un tufillo de Condena Eterna a todo un pueblo
y alrededor del cual se puede aplicar, “que tire la primera piedra aquel que
esté libre de pecado”, que expresó Jesús a los fariseos, que con su doble moral
querían condenar a María Magdalena; no se puede admitir la marca infernal que
se ha querido imponer a todo una población por despistados históricos, porque
simplemente Puerto Boyacá en su conjunto no es un victimario, sino una víctima del
desorden social que vive el país; por ello la historia es nuestra más
competente testigo y mejor defensora.
Apretada síntesis histórica de Puerto Boyacá
Cuando llegaron colombianas y colombianos a estas tierras, en
la década los años cuarentas, de diversas regiones de la Patria, debido a la
exploración y explotación de petróleo por parte de la Texas Petrolium Company,
vinieron con los más vivos anhelos de mejorar sus condiciones de vida y
asegurar un sólido porvenir para sus hijos; esas gentes repletas de optimismo,
empezaron a enamorarse de esta comarca, en razón de su trabajo, la belleza, la
excelente ubicación, la exuberante riqueza del
suelo y el encuentro de culturas que se dio en el territorio, fue
ganando el apego y le fe en el lugar, que decidieron quedarse aquí y fundar un
pueblo, que a los dos años de haberse congregado, fue erigido en municipio el
14 de Diciembre de 1957; de esa hazaña y record nadie habla y menos se ha reconocido
el valor y la función acendrada que ha jugado Puerto Boyacá en la historia de
Colombia; la esencia fundacional de nuestro municipio se caracterizó por su
colombianismo, la integración, la amistad, la solidaridad y una población demasiadamente
de puertas abiertas, por donde se han
metido muchos males a la comunidad, generando un caos social, del que hemos
padecido en un porcentaje alto los puertoboyacenses desde los inicios de la
creación del puerto.
¿Cuáles fueron los factores entonces, que propiciaron la
transformación de la vida idílica que experimentaban los habitantes de esa
época, en hechos que se han convertido en generadores de padecimientos y
grandes males para Puerto Boyacá? Esa es la historia que hay que rescatar y el
análisis que los puertoboyacenses estamos obligados hacer para frenar el
tratamiento de descrédito que han orquestado personas que ignoran por completo
la realidad y las circunstancias sociales que mentes foráneas han trasplantado
en nuestro territorio.
¿Qué pasó con la responsabilidad del Estado Colombiano, qué
fue permisivo en admitir que fuerzas ilegales, suplantaran la función de orden
público qué son de su entera competencia? ¿Por qué una zona tan estratégica y
geopolíticamente clave, cómo la de Puerto Boyacá, ha estado tan desprotegida,
olvidada y menospreciada por diversos gobiernos y por el Estado, durante tanto
tiempo? Estos y otros interrogantes son los que tienen que responder primero,
los que alegremente quieran enjuiciar a un pueblo que ha sido depositario del
dolor que fuerzas extrañas han incubado aquí.
Quienes amamos a un pueblo noble, cuyos habitantes son
mayoritariamente gentes buenas, sometidas por flagelos que nos han llegado de
otros lugares, rechazamos los juicios tendenciosos y la condena a nuestros
hijos, que nacen con la marca eterna de un pecado original social, que nos
quieren endilgar personas despistadas.
Es bueno decir, que en muchas ciudades y capitales de departamentos, se producen hechos bestiales de indefinibles barbaridades, y no por ello los puertoboyacenses vamos
a calificar a esos pueblos de degenerados o salvajes, sencillamente por aquí no
confundimos el todo con sus partes.
Hay que decirles a los se creen dueños de la verdad y se
autocalifican de puros y perfectos, que acudan a la realidad y a la historia,
para que experimente en Carne Propia,
que los se califican y se creen el cuento de ser los mejores, ¡SON LOS PEORES!
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