HONRANDO A
LOS QUE SON…
Don Jesús Villanueva
un benefactor del Colegio San Pedro Claver, en la sombra
Por: Hernán Orlando Barrios Montes
A mediados del mes de septiembre, la Familia Claveriana
conmemoró los 50 años de haberse creado oficialmente el muy reconocido Colegio
San Pedro Claver, que hoy se denomina Institución Educativa San Pedro Claver.
La exaltación que los Claverianos rindieron a su institución,
que hace parte de la historia de Puerto Boyacá y por donde ha pasado la
COLOMBIANIDAD del puerto, se caracterizó por el AMOR Y EL SENTIDO DE
PERTENENCIA, que los Ex-alumnos, Estudiantes, la Asociación de Padres de Familia,
el Cuerpo de Docentes y la Comunidad en General, expresaron al GLORIOSO COLEGIO
SAN PEDRO CLAVER.
Un hecho que engalana el regocijo de los 50 años de la
Comunidad Educativa que nos ocupa, es el Documento Histórico que el muy
distinguido MAESTRO DE JUVENTUDES, Milton Estupiñán Fuertes, redactó para
testimoniar su afecto a una institución que hace parte de un buen tramo de su
existencia, lo mismo que su esposa, Martha Rojas y su cuñada, Clara Rojas, en
un Bello libro de 360
don Jesús Villanueva con Sir Livinsgton |
Sin embargo, a propósito de los 50 años de la Institución
Educativa San Pedro Claver, hay un hecho que ha permanecido al margen de la
existencia y la historia de este centro del conocimiento, que vale la pena
sacar a la luz para reconocer a los benefactores de Puerto Boyacá, como es el caso
de Don Jesús Villanueva, quien nos dejara una empresa económica sólida, cual es
la Estación de Servicio “JAV.”
Los terrenos donde hoy se erige la edificación de la
Institución Educativa San Pedro Claver, fue una propiedad de Don Jesús
Villanueva, cedida a él por la empresa Texas Petrolium Company, costumbre que
caracterizó a la Texas de premiar a sus distinguidos trabajadores por sus
excelentes servicios; Don Jesús Villanueva, que después de haber trabajado en
la Base Aérea Germán Olano, Base de Palanquero, de Puerto Salgar, Cundinamarca,
como mecánico de esta fuerza aérea, pasando a trabajar como Capitán Fluvial en
Texas, lugar en el cual estableció excelentes relaciones con ciudadanos
estadounidenses, entre los que se destacan el señor Livingston, socio de Don
Jesús, junto a Luis Avellaneda en los albores de la Estación de Servicio “JAV”.
En toda la diáspora que viviera, el conocido Colegio San
Pedro Claver, como está registrada en la Historia Claveriana, tuvo su
asentamiento definitivo, cuando Don Jesús Villanueva decide constituirse en su
Benefactor Anónimo, al ceder sus terrenos al municipio, este a la Asociación de
Padres de la Época y finalmente al departamento de Boyacá, para validarse como
una institución departamental hasta la fecha.
Don Jesús al frente de su casa |
El desprendimiento de Don Jesús Villanueva, como lo recuerda
la esposa de él, Amparo Álvarez Vda. de Villanueva, generó alguna discordia
entre Gustavo Gabriel, creador de la Bomba la Caneca, por haber cedido esos
terrenos, que estaban en la misma zona de la Corporación Cultural de los
trabajadores de la Texas, conocida durante muchos años como La Gorgona, que
finalmente fue entregada al San Pedro Claver.
Dón Jesús Villanueva fue un Hombre Cívico y Benefactor en la
Sombre, que también regaló los terrenos a Don Enrique Simmons, alcalde de la
época para que construyera las instalaciones de la Defensa Civil, donde hoy
funciona esta entidad de Socorro en Puerto Boyacá.
Don Jesús Villanueva, fue un fundador de Puerto Boyacá de
acción comunitaria, desprendido de tal forma, que nunca buscó reconocimiento
por sus aportes. Así lo recuerda su hijo, Gabriel Villanueva Álvarez, gerente
de la Estación de Servicio “JAV”: “Mi padre, Don Jesús Villanueva fue un
personaje netamente cívico y trabajó mucho en el civismo en Puerto Boyacá; fue
un hombre dado a despojarse de sus propiedades, porque él no fue muy apegado a
los bienes materiales, es así como por ejemplo, el lote donde está la Defensa
Civil actualmente y el lote donde está el Colegio San Pedro Claver, en ese
tiempo pertenecían él; no tenía las escrituras en ese momento, porque para la
época eso no se usaba, pero él estaba en propiedad de esas áreas y las cedió
para beneficio colectivo.
De otro lado Gabriel Villanueva Álvarez reseña que : “Mi
padre fue muy amigo de esta clase de acciones; cuando se proyectó el Colegio
Santa Teresita por medio de sus gestiones ante el Gobierno Departamental,
exactamente con el doctor Jaime Castro Castro, no recuerdo que cargo ocupaba
Jaime Castro Castro, se consiguió el primer laboratorio que tuvo el Colegio
Santa Teresita”.
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