lunes, 12 de octubre de 2015

DOS FRANCISCO UNIDOS POR UN MUNDO MEJOR...


CARTA ABIERTA AL PAPA FRANCISCO
EL PAPA FRANCISCO Y SAN FRANCISCO DE ASÍ, UNA BUENA ALIANZA PARA SALVAR AL MUNDO



















Puerto Boyacá, octubre 13 del 2015

Papa Francisco.
Ciudad del Vaticano.
Hermano Francisco:

Me encanta y me entusiasma profusamente escribirle esta misiva por Internet para expresarle mi gratitud y admiración, por la misión que se ha impuesto para despertar al Ser Cultural del peligro en que se encuentra, por la decisión de unos cuantos que se han tomado la libertad de acabar con el medio ambiente y con la vida en su conjunto; no encuentro nada mejor para promover el Evangelio y los designios de Jesús, en su tarea Evangelizadora, que la sensibilización que usted está asumiendo frente a la Humanidad Entera, para salir de la indiferencia y el confort, advertencia que usted esgrime insistentemente, si no queremos sucumbir en esta carrera loca de destruir NUESTRA CASA COMÚN(Nuestra Madre Tierra), el único espacio físico que nos garantiza la supervivencia de la Especie Humana y los demás seres vivos que contiene EL PLANETA AZUL.

Hermano Francisco, antes de usted haber sido elegido PAPA, mi vida transcurría entre la DESESPERANZA, EL DOLOR Y LA INCERTIDUMBRE, al sentir como se derrumbaba el Mundo, llevándose por delante al Ser Cultural (Ser Humano) y toda la maravillosa Obra Sublime de la Creación Universal, observando absorto la impavidez de quienes designados para conducir a la SOCIEDAD POR EL BIEN COMÚN, de manera indiferentes e insensibles, de espalda a la REALIDAD, permitían y permiten con su silencio, el que algunos individuos estimulados por sus egoísmos exacerbados, hayan decido y decidan la explotación de los Recursos Naturales y de los Seres Culturales, sin la menor consideración para la preservación de los mismos. Hoy ya tengo unos nuevos horizontes, que me animan para seguir insistiendo en una existencia más halagadora y de optimismo.

Hermano Francisco, afortunadamente frente a la amenaza de Destrucción que se cierne sobre la Humanidad, la Divina Providencia Iluminó abundantemente la consciencia de los Cardenales en el Fausto Cónclave, en que decidieron elegir, en el momento preciso a Jorge Mario Bergoglio, Nuevo Papa de la Cristiandad Católica; pero Hermano Francisco, haber escogido el nombre de Francisco así a seca, usted selló su Misión de la mano de Francisco de Así, un hombre que cuando alcanzó la Cima de la Santidad, al tropezar con una piedra, se devolvía a pedirle Perdón Por El Descuido; ese homenaje y exaltación a San Francisco de Asís, le da confianza y optimismo a los Cristianos del Mundo, sea de cualquier congregación, porque Usted imbuido de la sencillez y la identificación de Francisco con los pobres, los menesterosos, los que sufren y de la gran vocación de AMOR Y DEFENSA DE LA VIDA, del que toma su MISIÓN, es el Líder de los que no tienen VOZ Y NI PODER PARA SEGUIR DEFENDIENDO LA VIDA Y LA JUSTICIA SOCIAL, para que todos, sin discriminación  alguna podamos, GOZAR EN ARMONÍA EL PARAÍSO QUE DIOS NOS REGALÓ, PERO, QUE ESTAMOS DESTRUYENDO.


Hermano Francisco, en la Encíclica Laudata Sí o la Encíclica Verde, como también la denominan , es un Verdadero Tratado de Principios para Defender la Vida y los distintos documentos que ha creado en su Ministerio y las acciones que está gestionando desde la Santa Seda y por el Mundo, edifica cimientos sólidos para animar vivamente el entusiasmo de la población mundial para que entre todos, sin discriminación alguna y sin esgrimir posiciones políticas, económicas, sociales y religiosas nos unamos en un haz de AMOR, solidaridad y compromisos sólidos de Hermandad Humana para salvar la tierra, “Nuestra Casa Común”, como insistentemente usted denomina, a este Hogar que nos regaló Nuestro Padre Celestial, para vivir con todos recursos para subsistir y desarrollar plenamente los designios que Dios preparó para que pudiéramos convivir en armonía y felizmente todos los seres que habitamos nuestro planeta.

Hermano Francisco, esa Misión Ética y Moral que usted se ha echado en sus hombros para Salvar la Vida en “Nuestra Casa Común”, no es un Reto, ni es una obligación que le corresponde sólo a usted, sino que el mayor porcentaje de responsabilidad y el mayor esfuerzo tiene que estar en toda la COMUNIDAD CRISTIANA EN TODO EL MUNDO, para que se cumpla el Sublime Precepto que Jesús nos legó con el Infinito Amor que siempre está dispuesto a compartir con la COMUNIDAD ENTERA: “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros”. Esta sola advertencia de Jesús, Hermano Francisco, sería suficiente para salvar “LA CASA COMÚN” y los seres vivos que habitamos en ella.

Hermano Francisco, al momento de usted ser elegido PAPA DE LA IGLESIA CATÓLICA, yo estaba leyendo la novela Los Miserable de Víctor Hugo; en esta denuncia de la opresión y de la miseria que vive Francia en la época registrada, aparece un personaje que desde el primer momento pude asimilar como un personaje con las característica del Papa Francisco y me alegró mucho encontrarme con este antecedente de bondades y misericordia, que posee el Papa actual; es el obispo de D., que aparece con el nombre de Carlos FRANCISCO Bienvenido Myriel, que Napoleón hizo nombrar Obispo en un encuentro casual que tuvo con el anciano sacerdote; Hermano francisco, me entusiasmó tanto la Excelencia de este Obispo, que en la lectura estuve visualizando permanentemente la figura del Papa Francisco; me ganó tanto la admiración por este querido personaje, que estuve tentado a recomendarle el mencionado documente de Víctor Hugo para que usted Hermano Francisco, lo recomendara a la Cristiandad universal para que comprendamos, mediante un bello personaje de la novele reseñada, que nos enseña la práctica de UN VERDADERO EVANGELIO; y al no poder hacerlo por lo complicado para comunicarme en ese entonces con usted y lo comprendo por el agite del momento, aprovecho las Redes Sociales para hacerle la petición de recomendar el didáctico libro de Víctor Hugo.

Hermano Francisco, decido expresar públicamente, acompañando su clamor de frenar todos las acciones que tienden desmejorar y en el peor de los escenarios destruir la VIDA EN NUESTRA MADRE TIERRA, que el día que los CRISTIANOS, nos entrelacemos en un haz de AMOR y determinemos UNIFICAR NUESTROS CORAZONES PARA PRACTICAR FIELMENTE EL EVANGELIO DE JESÚS, a partir de ese momento, sería fácil emprender la RESTAURACIÓN DE “NUESTRA CASA COMÚN” y el desafío de Organizar la Sociedad, procurando el Bien Común, será posible y legítimo, edificar UNA COMUNIDAD PARA LA EXCELENCIA y recuperar en un buen porcentaje, EL PARAÍSO QUE FUE NUESTRO HÁBITAT, EN AÑORADOS TIEMPOS, CUANDO LA TIERRA ESTABA FÉRTIL Y SIN HERIDAS.

Hermano Francisco, yo vivo en Puerto Boyacá, un Encuentro de Culturas por su composición fundacional, situado en el extremo occidental del Departamento de Boyacá; nuestro municipio fue creado sobre una gran riqueza de petróleo y unas tierras extraordinariamente ricas en fertilidad; pero a pesar que nuestra población es en su mayoría gente buena, en sus más de 60 años de haberse fundado, le ha tocado vivir en la zozobra y el PERMANENTE DESORDEN EN QUE HA CAÍDO LA POBLACIÓN, que cuando salimos de un mal, nos llegan otros factores que han mantenido a sus gentes, en manos de la miseria a tal punto que nuestra niñez y juventud, viven en la incertidumbre, en EL DESCONSUELO Y SIN HORIZONTES CONFIABLES QUE NOS CONDUZCAN A LA PROSPERIDAD Y A MEJORES NIVELES DE VIDA.

Hermano Francisco, le pido clamorosamente que en sus Sagrados Actos Litúrgicos, nos tenga en cuenta en sus oraciones para que Nuestro Padre Celestial y el Amor de Nuestro Hermano Mayor, JESÚS, ilumine y le dé abundante sabiduría a Puerto Boyacá, para que nos organizamos por el camino de la excelencia, siempre de la de la mano de Nuestro Creador y con fe suficiente para ser una Sociedad Ejemplar DEL BUEN CRISTIANO Y DE CIUDADANOS FORMADOS EN EL RESPETO Y LA CONVIVENCIA.

Gracias Hermano Francisco, por su generosidad de defender el SISTEMA ECOLÓGICO EN EL VIVIMOS TODOS Y CON TODO, y por acompañarnos a encontrar senderos para SER MEJORES PERSONAS.

Hermano Francisco, fraterno abrazo y me dispongo A REZAR MUCHO POR USTED.

Hernán Orlando Barrios Montes.
CC: No, 9107.284 de El Carmen de Bolívar. C.E.: bochatito2@gmail.com.          
      
  
         








  
     


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